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El sueño de Walt Disney y la historia para adaptar «Mary Poppins» al cine

LA ULTIMA PELICULA QUE HIZO WALT DISNEY ANTES DE MORIR: «MARY POPPINS «

El sueño de Walt Disney y la historia para adaptar «Mary Poppins» al cine:

Durante casi dos décadas, Walt Disney intentó convencer a la escritora australiana Pamela Lyndon Travers de que le concediera los derechos cinematográficos de su primer éxito literario: la novela Mary Poppins

En el día que conmemora la partida de este mundo del creador de Mickey Mouse y los clásicos que acompañaron a infancias y familias, reflexionamos sobre el actual deseo de la compañía y brindamos una mirada al film que protagonizaron Tom Hanks y Emma Thompson.

El sueño de Walt Disney y la historia para adaptar "Mary Poppins" al cine
«Saving Mr. Banks», una de las películas que lleva a Walt Disney al cine

El 15 de diciembre, hace ya 54 años, fallecía Walt Disney el hombre que puso su apellido a una industria que hoy es dueña no sólo de un parque de diversiones en Orlando y en otras partes del mundo, sino de la compañía cinematográfica más grande de los últimos tiempos.

El joven que se inspiró en su infancia en la granja de Marceline (Misuri) para crear algunos de los simpáticos dibujos animados que hoy conocemos, o los que lo acompañaron en el inicio de su trayectoria, fue precursor en dicho arte y se hizo lugar haciendo honor al clásico lema del «sueño americano».

Walter Elias Disney, nació el 5 de diciembre de 1901 siendo el cuarto hijo de Elias Disney y Flora Call. Sus hermanos fueron Herbert, Raymond, Roy (con quien formaría su productora) y Ruth. Sus primeros años fueron duros tras el fallecimiento de su madre -lo que marcaría el elemento de la ausencia que acarrean varios (por no decir todos) sus personajes animados- y los golpes que recibía muchas veces de parte de su padre.

Disney conoció la pobreza y lo más alto de la riqueza, logrando posicionarse como la persona que obtuvo más Premios Oscar: con 22 estatuillas y 59 nominaciones. Y su camino fue duro, lo que fue adaptado por la película «Walt el soñador» (2015), protagonizada por Thomas Ian Nicholas: y entre ese camino, la lucha por conformar un equipo de trabajo, una familia, e incluso afrontar el robo de uno de sus personajes el conejo Oswald, hasta crear al trascendente (y hoy preponderante) Mickey Mouse.

«El sueño de Walt»

En esta nota podríamos mencionar miles de cuestiones que marcan(ron) la figura de Walt pero elegiremos centrarnos en una que es tan significativa como atractiva: su deseo de llevar las ocho novelas sobre Mary Poppins de la escritora británica Pamela Lyndon Travers a la pantalla grande. Además de pensar ¿cuál es hoy el sueño de la industria que formó?

«Saving Mr. Banks»

En un repaso por las películas que retrataron la vida de Walt está la mencionada, que llegó a la pantalla grande en 2013, de la mano del cineasta John Lee Hancock, y que en hispanoamérica conoceremos como «El sueño de Walt» (y en esta diferencia, la clara descripción de por qué es importante respetar la fidelidad en la traducción del título).

La película, si bien habla del sueño que tuvo Walt Disney, también juega un rol a desandar, que era la «salvación» del personaje que Travers pensó para que fuera el padre de los niños a los que asistiría su heroína. La cinta entonces, cuenta el encuentro que el empresario tuvo con la escritora británica para convencerla de que seda los derechos de la historia original para llevarlos al cine, cuestión a la que la autora se oponía rotundamente.

Travers y Disney en la premiere 

Pero ¿cuál fue la historia real? Aquí un par de coincidencias con la película que si bien es una cinta enternecedora, digamos que aportó la mirada edulcorada de Disney a cómo sucedieron los hechos, o al menos, a la perspectiva que más se acerca a la que tuvo la escritora.

Y para ello, qué mejor que contar con los ganadores del Oscar, Tom Hanks y Emma Thompson, y la participación de Colin Farrell.

Walt queda encantado con las novelas de Travers (cuyo verdadero nombre era Helen Lyndon Goff) luego de que sus hijas leyeran el primer ejemplar y pidieran a su padre generar una adaptación cinematográfica. Hasta ese momento, la compañía no había estrenado una película en live action y la finalmente entrega dirigida por Robert Stevenson era sólo una fantasía.

Es así que -tal como en la película- Disney contacta a la reservada Travers que se niega concederle su derecho por sobre la niñera, tira y afloje que duró (estiman) como veinte años, y en el que la autora terminó cediendo (en 1961) por una cuestión económica y con una serie de cláusulas: entre ellas que no se lleve al cine en una cinta de dibujos animados.

Algo así como lo muestra la película, la escritora tenía carácter pero que se debían a los temores de entregar su personaje en las manos de la mayor expresión del capitalismo, aunque en la película veamos el simpático rostro de Tom Hanks y nos convenza una escena fuertemente emocional que no mencionaremos por si no viste este film.

Algunos de estos entramados reales son desarrollados por un extenso y recomendado artículo del medio español dedicado al cine y las series, Espinof, que cuenta la mutación de Mary Poppins hasta la que finalmente encarnó Julie Andrews (en 1964).

Allí se detalla que efectivamente Travers lloró frente a la pantalla de cine al ver el film terminado pero no fue únicamente por la emoción que le generó y el recuerdo de sus vivencias familiares. «La escritora lloraba sí, pero porque acababa de darse cuenta de que ‘Mary Poppins’ ya nunca volvería a ser suya», detalla la nota.

Emma Thompson como Pamela Travers cara a cara con Mickey

«Su intención nunca fue que el lector sintiera simpatía por su heroína. Para ella, era mucho más importante que éste reflexionara sobre sus acciones, y los motivos por los que la niñera mágica había acudido al hogar de los Banks en primer lugar», amplía. Y acá un dato interesante: que se basa en los elementos de cada libro que Disney escogió para contar la historia y que a la vista de la autora fueron los «peores».

Entre los que descartó se hallaron múltiples críticas a la sociedad como un paseo de los niños al zoológico en el que terminan siendo ellos quienes se encuentran tras las rejas, siendo observados por los animales. Una reflexión de cómo se vinculan los seres humanos con la naturaleza.

De este modo, se contraponía la visión idílica del mundo que esbozaba Walt con la crítica cruda de la autora británica, que escribió personajes que no eran precisamente los aristócratas que planteó hábilmente la película (que a la vez criticó el rol feminista de la madre, quien militaba por el voto femenino, una excusa para mantenerla lejos del hogar y que sus hijos necesiten una niñera).

Walt Disney junto a Julie Andrews y P.L. Travers

En cierta forma, el encuentro entre ambos también tenía sus puntos en común y ahí la dolorosa infancia entre Walt y Travers.

Siempre dijimos que ella era una mujer difícil, pero esta es la primera vez que se habla de ello. Walt reunió a un par de compositores y a un narrador para crear una película que sabía que podía vender al mundo.

Walt sabía lo que tenía entre manos. Pero no podía convencer a la señora Travers, y esa es la historia, contaría en una entrevista el músico y guionista de «Mary Poppins», Richard M. Sherman, en una entrevista recopilada por El Universal.

¿Sigue soñando Walt?

Travers se negó rotundamente a una secuela que la industria Disney estrenó casi 60 años después con Emily Blunt como la niñera viajera en «El regreso de Mary Poppins» (de Rob Marshall, 2018). Y he aquí el sueño en el que actualmente se retroalimenta el legado de Walt: apelar con nostalgia y la fórmula que fue efectiva décadas atrás para cautivar a familias enteras.

Mary Poppins, de vuelta en los cines

Es así que si bien Disney Studios avanza con films que rompen un poco con el tradicional esquema de amor romántico y finales felices como lo hizo «Wifi Ralph» (secuela de «Raplh el demoledor»), o «Zootopia», también apunta a reversionar sus clásicos y con ello, la excusa de generar contenido live action para las nuevas generaciones, estrenos que muchas veces quedan a mitad de camino como sucedió con «Mulán» y mucho peor, con «El rey león».

Discutir el legado de un hombre que generó un imperio y a la vez el hogar en el que «los sueños se hacen realidad» genera que hoy podamos construir espectadores más libres, que se estimulen y que a la vez conozcan que quizá no todo es a base de magia pero que lindo encontrarla y conservarla.