Es fácil recordar que cuando comenzaron a surgir los confinamientos por la pandemia y la vida que conocíamos se detuvo muchos fueron los que argumentaron que ese «parón» vendría bien a la sociedad para detener un poco el frenético estilo de vida actual.
La pandemia ya pasó y el caos de la rutina volvió, incluso con más fuerza.
La tecnología invasiva que no facilita la desconexión del entorno laboral cumple un rol fundamental en la sensación de agobio cotidiana que viven muchas personas en su día a día.
El concepto ‘slow life’ deriva del ‘slow food’, aquel que apuesta por una gastronomía tradicional, ecológica, de proximidad y con tiempo para prepararla y disfrutarla. Con respecto a la filosofía de vida abarca diferentes aspectos como las relaciones personales, el trabajo, el ocio, la alimentación, el turismo, el deporte, etc.
Algunas pautas para alcanzarlo:
1. Planificar la jornada: No quieras hacerlo todo, siempre hay imprevisto. Incluye tiempo para placeres cotidianos que te den un momento de felicidad y para deporte o aficiones, teniendo siempre presente que se debe trabajar para vivir y no al revés.
2. Conciencia del presente: El mindfulness te ayudará a disfrutar del momento sin pensar en lo que ha pasado o lo que vendrá.
3. Evitar la multitarea: hacer una sola tarea a la vez y hacer breves descansos entre unas y otras ayudará a la concentración.
4. Disfrutar de la gente que te rodea: deja el móvil.
5. Ordena tu vida: el orden del espacio que nos rodea repercute en un mayor orden en nuestra vida.
6. Huye del consumismo: no necesitamos tantas cosas para ser felices.
7. Recupera el contacto con la naturaleza.
8. Consume productos de temporada.
9. Come despacio: mastica bien y una vez más: deja el móvil.
10. Usa la tecnología de forma responsable.
11. Disfruta de momentos en silencio.