El poder terapéutico de viajar:
Reduce el estrés y la ansiedad, al tiempo que ayuda a potenciar nuestra capacidad de resolver problemas y fortalece nuestra autoestima.
aprendiendo del fuerte, es sentir soledad.Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama, sentir que el tiempo es corto, viajar es regresar.
Gabriel García Márquez tenía claro que Viajar, como llamó a este poema, es mucho más que el simple hecho de moverse, es una experiencia enriquecedora.
Aunque organizarse para recorrer el mundo pueda ser complejo, lo cierto es que produce infinitos sentimientos positivos como los que describe el colombiano. Viajar tiene un fuerte poder terapéutico, proporcionando un bienestar emocional que muy pocas actividades aportan.
Beneficios de viajar
Viajar tiene un montón de beneficios y nos ayuda a sentirnos mucho mejor. Potencia nuestro bienestar emocional.
Es bueno para nuestro cerebro, porque nos ayuda a generar endorfinas al estar haciendo una actividad que nos gusta. Estas sustancias químicas que tenemos en nuestro cerebro nos hacen sentirnos mejor, son las responsables de nuestro bienestar y además reducen el cortisol, que es la hormona que nos genera el estrés.
En la misma línea, destaca que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad que podamos tener en nuestro día a día, ya que hace que tengamos que estar en el momento presente.
Disfrutar de unas vacaciones también nos estimula: “Cuando estamos en un lugar que no conocemos, nuestro cerebro no tiene más remedio que crearse un nuevo mapa mental para situarse, porque hay nuevas calles, una nueva cultura, un nuevo idioma….
Este estímulo no solo es eficaz en el momento, cuando volvamos a nuestra vida diaria ayuda a adaptarnos con más facilidad a las diversas dificultades que se nos puedan presentar y, además, fomenta la creatividad.
En este sentido, aumenta nuestra capacidad para resolver problemas porque cuando viajamos se presentan una suma de desafíos, como los desplazamientos, y eso nos obliga a salir de nuestra zona de confort y vivir experiencias en las que tenemos que tomar decisiones y resolver problemas.
Asimismo, incrementa las habilidades sociales porque viajar hace que tengamos que conectarnos con otras personas y hablar con ellas. Además, apunta a que es la mejor manera de quitarnos los prejuicios.
Por otro lado también es bueno para fortalecer nuestra autoestima, porque no hay nada como enfrentarnos a cosas que pensábamos que no éramos capaces de hacer, para aumentar la seguridad en nosotros mismos.
Viajar nos permite conocernos mejor y conectar con nuestras emociones agradables, tomar una perspectiva de quiénes somos y de lo que realmente nos gusta o no en nuestra vida, concluye a este respecto.
¿Cuánto tiempo y a dónde?
Los estudios señalan que la recomendación mínima para poder obtener todos los beneficios de viajar –y tener una desconexión total– es hacerlo por lo menos una semana. Aunque lo ideal sería un mínimo de dos semanas.
Si lo que estamos buscando son destinos más lejanos, recomienda que sean lugares naturales, en los que no haya tanto tráfico o ciudades que no sean tan grandes. Eso nos va a ayudar mucho más a desconectar.
En cuanto a la preparación del viaje, para algunos puede ser un hobbie:
Hay mucha gente que disfruta con los preparativos del viaje. Pero para otros puede generar estrés o ansiedad. En este caso recomiendo recurrir a una agencia que lo den todo organizado para evitar sentimientos negativos.