¿Atraes a personas que se parecen a ti? ¿por ejemplo tu pareja se parece a tu padre o a tu madre? ¿dejaste una relación porque no soportabas más los comportamientos de esa persona, para conseguirlos de nuevo en la siguiente? ¿Tienes mala suerte con todas tus parejas ?
Esto no tiene que ver, en lo absoluto con las “casualidades”, palabra que para mí, debería desaparecer del diccionario, ya que estas no existen.
Muchas veces hemos escuchado: las personas son espejos nuestros, o todos somos espejos de los demás, debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas, todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo…
Las relaciones que tenemos con las demás personas, son una valiosa herramienta de evolución espiritual, cuya finalidad última es la unidad en la Consciencia. Como dicen los Maestros: Todos somos parte de la misma Consciencia Universal, y esto tiene repercusión en nuestra vida diaria, cotidiana.
Nuestra vida es de relación, a diario estamos relacionándonos con otras personas, hijos, padres, parejas, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.
Tanto las personas que amamos, que nos caen bien, como las personas a quienes rechazamos, o que no nos caen tan bien, son espejos nuestros.
Nos atraen quienes tienen cualidades similares a las nuestras, y al estar en su compañía, sentimos que podemos actualizar, expresar esas cualidades. Más difícil es aceptar, que cuando algo nos molesta mucho en otra persona, se trata de partes nuestras que están en «la sombra», partes inconscientes que rechazamos, que negamos de nosotros mismos, porque no se ajustan al modelo social, a lo que creemos ser, o al ideal que tenemos; si no tuviéramos problema en aceptar esas características, no nos molestarían.
Observa las personas que te atraen, con quienes te sientes cómodo, ¿qué te gusta de ellas?, es su inteligencia, su generosidad, su paciencia, su belleza, su gracia, su poder, su sabiduría, etc., y toma consciencia que esa cualidad, en un grado u otro, también está en ti, más, o menos desarrollada, o a desarrollar, pero está en ti, de lo contrario, no podrías verla, reconocerla en la otra persona.
Ahora, observa a las personas a quienes rechazas, ¿qué es lo que más te molesta?, es su agresividad, su impaciencia, su egoísmo, su cobardía, etc., mira en tu interior esas partes negadas, mira sinceramente, en alguna medida están en ti, y es porque todo en el universo es la coexistencia de valores opuestos (en el mundo fenoménico, del ego).
Para mostrarte valiente, tienes que haber reprimido a tu parte cobarde, para ser generoso, habrás reprimido al mezquino, si eres muy virtuoso, también tienes la capacidad para actuar con maldad, etc., esto no quiere decir que lo hagas, lo que digo es que si esta manera de ser del otro te molesta mucho, es porque tienes un problema interno con ese aspecto, quizá no llegarás a expresar agresión, o lo que sea, porque lo reprimes, pero no quiere decir que no esté en tu interior en un grado u otro, el tema es que cuando uno reconoce sus partes luminosas y sus zonas más sombrías, ya no le afecta que la otra persona sea de tal o cual manera; el problema surge cuando nos molesta la actitud del otro, y ahí es donde tenemos que mirar en nuestro interior, que está pasando con esa actitud. No significa que tengamos que soportar actitudes agresivas o desagradables de la otra persona….
Llevamos al mundo en nuestro interior, y vernos en las relaciones como en un espejo, pueden ser una gran herramienta de crecimiento personal, de autodescubrimiento e integración de la personalidad, cuanto más integrada la personalidad, menos nos afectan las actitudes de los demás… Esto no significa que no veamos la crueldad en alguien, la mala voluntad, la agresión, y otros aspectos «negativos», pero cuanto más integrados estemos, menos nos afectarán, podremos aceptarlos como son, aunque no aprobemos su conducta, entenderemos que son aspectos menos desarrollados, que todo es un camino evolutivo hacia la integración de los opuestos.
Nos pasamos gran parte de nuestra vida perdiendo grandes cantidades de energía, negando ese lado oscuro nuestro, reprimiéndolo para que no salga, y luego terminamos proyectando esas características en nuestro exterior, en quienes nos rodean, claro todo esto de manera inconsciente, porque funcionamos condicionados con un modelo, una manera de ser…..
Cuando te encuentres con una persona que no te agrada, cuando veas aspectos en tu pareja, en tus hijos, en tus jefes, padres, hermanos, etc., que te irritan, que te molestan mucho, tómalo como una oportunidad de aceptar los opuestos en ti, una oportunidad de descubrir un nuevo aspecto en ti. Sólo puedes trabajar en tu interior, no puedes cambiar al otro, cuando cambies tu interior, la interpretación que le das a lo que sucede, el otro cambia, o la situación cambia.
Cuanto más aceptes tanto la luz como la oscuridad en ti, más claro estarás, más sanas y más equilibradas serán tus relaciones, porque podrás aceptar el lado oscuro en los demás.
Vernos en el espejo del otro, es ver nuestro ser completo, pero para ello, necesitamos aceptar todos los aspectos en nosotros, necesitamos reconocer que, el tener aspectos negativos no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene solo aspectos positivos, hablando en el nivel del ego; luego en Esencia, en nuestro nivel profundo, en el Centro, somos un potencial de energía, inteligencia y amor, cualidades todas positivas, allí no hay dualidad, sino unidad.
Los otros no son sino “espejos” de ti mismo, o mejor dicho, de partes de ti que te niegas a ver, y tu alma que tiene como finalidad la evolución continua, puede atraerte, una, dos, tres, cuatro… personas, en ocasiones, verdaderas caricaturas de ti mismo, para que finalmente decidas trabajar ese aspecto poco luminoso.
Para las personas que están en una evolución consciente, “los otros” son excelentes indices o pistas de trabajo, ya que todo lo que te molesta, lo que quieres cambiar en los otros, son aspectos tuyos que quieres cambiar y que te molestan, salvo que quizás aun no estás consciente de ello.
Por lo tanto lo que mas te molesta de otros es lo que niegas dentro de ti, es lo que tienes que trabajar más en ti, son deudas de tu pasado (de vidas anteriores o de esta misma) que esa persona te trae a tu vida presente , solo que nuestro ego y orgullo no nos dejan verlo.