Nadie nos explico lo que hacer cuando se nos rompe el corazón por el motivo que sea, un trauma, un shock, un accidente… , es como si fueras un niño al que no sabe ir en bici y te sueltan por una pendiente sin ruedines y sin frenos, intentas controlar el manillar pero va más rápido que tú, las piedras, los baches y la frustración de saber que no puedes pararlo viene de la mano de no creerte que eso te esté pasando a ti!! y te enfadas ,te da rabia , porque sabes que no es justo , piensas que puedes dar media vuelta pero no tardas en darte cuenta de que es imposible y ahí hay tu mundo se parte en dos porque la tristeza de saber que lo que estás dejando atrás te consume te mata tan rápido que simplemente desciendes por inercia con la mirada perdida en un final que no ves llegar solo estás intentando hacerlo lo mejor posible para que la bici (yo ahora en mi caso diría la moto) y tú no os abráis la cabeza en lo que parece un precipicio mortal sin final ni salida y no es fácil no es fácil hacerlo mientras tu mundo o lo que era tu mundo se va a la mierda rodando contigo cuesta abajo, así hasta que una mañana ves que te has vuelto un Ninja sorteando obstáculos y hasta te genera adrenalina bajar con el aire rozándote la cara , tenías dos opciones desde el principio o dejar que las emociones te arrollaran o agarrar el manillar y convertir esa experiencia en el mejor ring de entrenamiento para ti porque el dolor transmuta, el dolor cambia a las personas y para cuando te quieres dar cuenta tú también dejas de ser la persona que fuiste, incluso tu vida deja de ser lo que fue, en ese segundo ves el mar y te das cuenta que has llegado a tierra firme.