El bosque de secuoyas de Galicia que conmemora el descubrimiento de América
Galicia es uno de los destinos más populares de España, sea por el Camino de Santiago, por su salvaje y frondosa naturaleza o por su gastronomía.
Uno de los tesoros naturales de Pontevedra es el bosque de Secuoyas del monte Colón, en el municipio de Poio.
Se trata de un espacio donde habitan 500 secuoyas regaladas por el gobierno Estados Unidos en 1992 para conmemorar el quinto centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América.
El bosque del monte Colón, un símbolo de solidaridad
En 1992 se cumplían 500 años de la llegada de Colón a América, y el gobierno estadounidense, presidido entonces por George Bush padre, decidió regalar 500 secuoyas rojas «que mirasen al Océano Atlántico y que, por otro medio milenio, representasen el crecimiento de los lazos de amistad entre la gente del Este y del Oeste», según dicta la resolución H.J. Res.529 del Congreso estadounidense.
La iniciativa partió de un profesor de la Universidad de Arizona que en los años 60 investigó el supuesto origen gallego de Colón. De este punto se materializó este espacio natural conocido como el bosque de Colón, de dos hectáreas de extensión y a 15 km de Pontevedra. Se puede acceder gratis y muy fácilmente, pues es un recinto señalizado y vallado que cuenta con un área recreativa.
Un árbol milenario
La secuoya es una conífera y este ejemplar en concreto se extiende por el sur de Oregón hasta la California central. Las secuoyas rojas o californianas se emplean en la ebanistería por su buena calidad y su llamativo color rojizo. Las secuoyas no son ajenas a España, y es que Cantabria cuenta con un gran terreno, las secuoyas del Monte Cabezón.
Esta especie vegetal es muy longeva, pues algunos árboles han alcanzado los 2.000 años. En 2006 el bosque de Colón se vio amenazado por una ola de incendios, pero gracias a la sombra que dan impiden que la maleza crezca y de esta forma esquivan mejor los incendios.