Jonathan, la tortuga, es el animal terrestre más longevo del mundo. Es tan antiguo que incluso es más viejo que la invención del teléfono o la fotografía. Se cree que nació en 1832, lo que significaría que ha sido testigo de una gran cantidad de eventos históricos importantes a nivel global: la guerra civil de Estados Unidos, la llegada del hombre a la Luna, el ascenso y la caída de la Unión Soviética, las dos guerras mundiales… Todo un hito del mundo animal. Una leyenda viva.
Un animal de récord
Este quelonio, una tortuga gigante de las Seychelles (Aldabrachelys gigantea hololissa), una subespecie de la tortuga gigante de Aldabra de las islas del atolón de Aldabra en las Seychelles, vive en la isla de Santa Elena -un territorio británico frente a las costas de Angola y Namibia-, donde está protegido como tesoro nacional y figura en la moneda local de cinco peniques. Acaba de cumplir la nada inestimable cifra de 191 años.
Jonathan fue traído a Santa Elena desde las Seychelles en 1882 como un adulto completamente maduro, lo que implica que tenía al menos 50 años en aquel momento. Es toda una celebridad local y su vida ha sido muy bien documentada tras conocer lo longevo de su existencia. Está increíblemente bien cuidado. Su alimentación es especial para que tenga un estilo de vida más activo y su salud no se resienta por su edad. Come frutas y verduras ricas en vitaminas como complemento a su dieta habitual y, a pesar de lo anciano que es este animal, sigue gozando de una salud relativamente buena.
Ahora, con este nuevo cumpleaños ha roto su propio récord a pesar de que se desconoce su edad exacta. Los expertos opinan que pueda tener incluso más de 191 años. Las tortugas gigantes de Seychelles tienen una esperanza de vida media de 150 años.
«A pesar de perder el sentido del olfato y estar prácticamente ciego por las cataratas, su apetito sigue siendo intenso», comentó el veterinario de Jonathan, Joe Hollins a Guinness World Records (GWR). “Un pequeño y dedicado equipo todavía lo alimenta manualmente una vez a la semana con una ración fortificante de frutas y verduras. Esto no sólo complementa sus calorías sino que también proporciona los impulsores esenciales de su metabolismo: vitaminas, minerales y oligoelementos”.
¿A qué se debe la increíble esperanza de vida de Jonathan?
Las tortugas gigantes son conocidas por su longevidad, que los científicos atribuyen a su lento metabolismo y tasa de crecimiento, lo que probablemente reduce el desgaste de sus cuerpos con el tiempo. A su larga vida también ha contribuido el perfecto y tranquilo entorno de Santa Elena, libre de depredadores naturales y un clima adecuado.
Aunque ya está ciego y ha perdido por completo el sentido del olfato, gracias a estos buenos cuidados y a que puede deambular libre y apaciblemente por los terrenos que son su hogar, Jonathan actúa como embajador de su especie que una vez se creyó extinta.
Jonathan disfruta de sus comidas en compañía de otras tres tortugas, David, Emma y Fred, en los jardines de Plantation House. Esta es precisamente la casa oficial del gobernador de Santa Helena y donde la anciana tortuga ha vivido la mayor parte de su vida.
«Es extraordinario pensar que este gentil gigante ha sobrevivido a todas las demás criaturas vivientes en la tierra, incluida, por supuesto, a toda la raza humana», comentó Hollins a GWR. «Jonathan goza de buena salud y todos los indicios actuales nos hacen tener esperanzas de que alcanzará el tercer siglo, ¡si es que no lo ha hecho ya!».
Las tortugas gigantes fueron muy numerosas en el pasado. Sin embargo, fueron cazadas por su carne y para la exportación, y desaparecieron en estado salvaje en el siglo XIX. Según el Grupo de Especialistas en Tortugas y Tortugas de Agua Dulce de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), actualmente su mayor amenaza es la endogamia.
Las tortugas gigantes de Aldabra se encuentran entre las más grandes del mundo y su historia es de supervivencia contra viento y marea. Estas magníficas criaturas pueden pesar hasta 250 kilogramos y vivir más de un siglo. Sus caparazones abovedados son de color gris oscuro a negro, y sus robustas patas columnares sostienen sus enormes cuerpos. Sus largos cuellos les permiten alcanzar la vegetación más alta, una adaptación alimentaria que les ha resultado muy útil en su entorno.
Estas tortugas desempeñan un papel fundamental en sus ecosistemas como dispersoras de semillas y modeladoras de paisajes. Sus hábitos de pastoreo ayudan a mantener los pastizales abiertos y su movimiento a través del terreno ayuda a cultivar el suelo, permitiendo que la vida vegetal prospere.
Referencias:
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
Guinness World Records (GWR)