Llueve..

El otoño puede ponernos tristes y melancólicos pero no es la única emoción que despiertan en nosotros los cielos grises, las ráfagas de viento o el sonido de la lluvia.

Un estudio realizado por la Universidad de Míchigan en 2021 reveló que escuchar los sonidos de la naturaleza afecta de manera positiva en la salud mental del ser humano.

Los investigadores ligaban este efecto al hecho de pasar tiempo en la naturaleza, hecho que, sin duda, potencia los efectos de estos sonidos. Pero también en nuestro día a día en las grandes ciudades, la naturaleza está cerca de nosotros aunque no siempre la percibamos.

Es sorprendente como el otoño nos lo recuerda de una manera especial. El viento que agita nuestra ropa, las hojas que caen de las ramas y sobre las que caminamos, la lluvia crepitando sobre nuestros paraguas y ventanas…

La investigación de la Universidad de Michigan evidenció que los sonidos de la naturaleza reducen los niveles de estrés, disminuyen el dolor, mejoran el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo.

EL SONIDO DE LA LLUVIA REDUCE EL ESTRÉS

Los efectos positivos de la naturaleza sobre la salud está en la base de la conocida Teoría de la Restauración de la Atención (Kaplan y Kaplan, 1989), según la cual, los entornos naturales mejoran la concentración y disminuyen la fatiga mental que provoca en nosotros la vida en entornos urbanos.

Según esa teoría, los estímulos naturales nos mantienen en un estado de «fascinación suave» que capta nuestra atención y la restaura. Todos podemos beneficiarnos de los sonidos de la naturaleza en nuestro día a día, más aún los días de lluvia.

Compruébalo tú misma prestando atención a su presencia mientras esperas el autobús o caminas por la calle.

También puedes acercarte a un parque o jardín y escucharla cuando golpea las hojas de los árboles o su sonido sordo sobre los senderos.

La lluvia también nos trae olores maravillosos a tierra mojada.

Si te das cuenta, la lluvia es un elemento natural que despierta todos nuestros sentidos, también el tacto si dejamos que nos golpee el rostro. Un día de lluvia es el momento perfecto para pasear por el bosque.

DEJA QUE LA LLUVIA DESPIERTE TU SENTIDO DEL ASOMBRO

Así lo demuestra Dacher Keltner, profesor de psicología de la Universidad de California cuando habla del asombro que genera en nosotros la naturaleza. «No necesitas circunstancias especiales para sentir asombro» – explica Keltner- Cuando mis colegas y yo pedimos a los participantes de la investigación que detectaran los momentos de asombro en su vida diaria, descubrimos, para nuestra sorpresa, que sólo lo experimentaban asombro un par de veces a la semana y que lo encontraban en cosas tan sencillas como la generosidad de una persona, al contemplar el juego de luces y sombras entre las ramas de un árbol o al escuchar esa canción que les recordaba a su primer amor», explica en su libro Awe: The New Science of Everyday Wonder and How It Can Transform Your Life en el que demuestra como el asombro puede transformar nuestro cerebro y nuestro cuerpo, aumenta nuestra creatividad, nuestra concentración, nuestro bienestar y, por encima de todo, nos conecta entre nosotros y nos hace más humanos.