Cuando los apegos que tenemos con una persona o un objeto se basan en el miedo, creamos cadenas espirituales para evitar que nos dejen o que cambien.

Dichas cadenas son como tubos que crecen en función de la longitud y la magnitud de la relación. Por eso, los cordones más largos se dirigen hacia los padres, los hermanos y demás personas con quienes hayamos tenido relaciones largas e intensas.

Los cordones son tubos huecos y la energía va y viene entre las personas apegadas.

Son ataduras dañinas que se basan en el miedo y producen disfunciones; no tienen nada que ver con el amor ni con la parte sana de la relación. Cortar los cordones no significa abandonar o divorciarse de una persona sino deshacerse de lo malo que hay en la relación.

Los cordones etéreos tampoco están relacionados con el cordón plateado que es el que une al alma con el cuerpo. El amor y el cordón plateado no pueden dañarse por accidente.

Digamos que tienes un cordón atado a un amigo o familiar que se siente deprimido o necesitado, entonces, esa persona comenzará a vaciar tu energía como la manguera de una bomba de gasolina. Si un cordón etéreo está drenando tu energía, te sentirás cansado sin saber por qué y ninguna cantidad de cafeína, ejercicio o sueño será suficiente para recuperarla.

Las personas que pierden energía a través de cordones etéricos padecen el síndrome de fatiga crónica. Mucha gente recupera sus niveles de energía recurriendo al sencillo método de corte de cordones.

Si la persona a la que estás atado etéricamente se enoja, esa energía negativa pasará por los cordones etéreos y llegará justo a tu cuerpo y a tus chakras (centros de energía del cuerpo) lo que da por resultado un dolor físico sin causa aparente y que no responde a tratamientos médicos.

La gente cuya profesión es ayudar a los demás como maestros, consejeros y sanadores está atada a sus alumnos y pacientes con muchos cordones y lo mismo sucede con las personas que siempre ayudan a sus amigos y familiares en desgracia.

Por lo tanto, es importante cortar cordones al finalizar cada sesión de consulta o cuando sientas dolor físico o letargo sin razón aparente. Los cordones vuelven a crecer si la relación se retoma y el miedo forma parte de ella aunque son más delgados y entre ellos circula menos energía.

CORTE DE CORDÓN Y EL ARCÁNGEL MIGUEL

Miguel porta una espada que corta todos los apegos a la negatividad.

Nada más piensa lo siguiente o dilo en voz alta:

“Arcángel Miguel, te invoco ahora. Por favor, corta los cordones de miedo que se llevan mi energía y mi vitalidad.”

Siéntate y guarda silencio mientras hace su trabajo. A través de los cordones cortados, el Arcángel Miguel te enviará energía curativa y también a la otra persona.

La gente sensible sentirá cambios en la presión de su cuerpo y del aire cuando Miguel corte los cordones seguidos de mucha energía y la disminución o desaparición del dolor.

CORTE DE CORDONES NECIOS

Miguel corta los cordones sólo si tú estás dispuesto a soltar los resentimientos relacionados con la persona con quien tienes el apego. Si te aferras a la ira y no quieres perdonar, el cordón no se rompe. En ese caso, tendrás que recurrir al método en el que interviene Miguel y repetir las siguientes palabras al mismo tiempo que piensas en la persona:

“Estoy dispuesto a cambiar el dolor por la paz. Pido que en este momento la paz sustituya cualquier dolor.”