Si quieres encontrar la paz interior; empieza ordenando tu hogar. Conoce la disciplina asiática del Feng Shui.
¿Qué es el Feng Shui?
El feng shui es una disciplina china, relacionada con la doctrina taoísta, que busca dotar de estabilidad a la vida de las personas a través de una colocación determinada de muebles y objetos en los espacios de trabajo y el hogar. Se trata de trasladar unos principios de orden a los lugares en los que más tiempo pasamos al cabo del día con el fin de atraer buenas energías y paz y conseguir un ambiente estable para los que viven en ellos.
Al hacerlo muchos descubrían cómo sus muebles y objetos más cercanos estaban colocados de tal modo que rompían totalmente con los principios del Feng Shui y debían trabajar para volver a colocarlo todo de tal manera que se pudiera alcanzar esa armonía.
En este artículo vamos a tratar de ver una serie de prácticas que nos permitirán recuperar el feng shui perdido en el hogar.
Los principios básicos del Feng Shui.
Antes de descubrir si nuestro hogar cumple con los principios básicos del Feng Shui, vamos a ver con más detalles cuáles son alguno dichos principios. Hay dos cuestiones básicas a la hora de entrar a conocer esta disciplina:
- Por un lado están los puntos cardinales, ya que se considera que de cada uno de ellos emana una fuerza determinada.
- Y también está el Ying y el Yang, la idea de los opuestos sin oposición. En realidad son complementarios y se necesitan mutuamente y sus constantes cambios hacen que se den infinidad de variables. Hay que tener en cuenta que la limpieza es fundamental para el Feng Shui; si nuestra casa no está limpia, da igual la colocación que se haga de los muebles, porque la suciedad impedirá que las energías positivas fluyan por ella dotando de estabilidad a las personas que la habitan.
Una vez visto esto vamos a pasar a analizar cómo están colocados los muebles en nuestro hogar. Tened en cuenta que al aplicar los principios del Feng Shui cada casa es diferente, por lo que no podemos limitarnos a copiar lo que hemos visto en otros sitios, sino que tenemos que aplicarlos de manera individual.
Muebles y colores.
La saturación de muebles y colores choca con todo lo que tiene que ver con el Feng Shui, así que si al entrar en tu casa ves que hay demasiados objetos y tonalidades has de plantearte qué vas a eliminar, porque hay alguna que sobra. ¿No sabéis por dónde empezar? Ten en cuenta que los colores recomendados para una casa, para aportarle serenidad, son los claros. Así que desechar todos los estridentes y que resulten demasiado llamativos.
Esto es aplicable especialmente a las entradas y pasillos del hogar. Se trata de espacios que han de estar libres, para que las vibraciones y las personas transiten libremente por ellos sin encontrarse con obstáculos en el camino. En caso de que haya determinados muebles en la casa de los que no os queráis deshacer y ocupen mucho espacio o tengan un color llamativo, podéis minimizar su efecto colocando en el mismo espacio objetos en tonos claros y plantas, que cargarán de buenas vibraciones a las personas que vivan en la casa.
Los colores para cada zona de la casa.
Las diferentes habitaciones de una casa tienen características que las hacen diferentes, así que hay que tener en cuenta aspectos diferenciadores para cada uno de ellos.
Baño:
Las tonalidades más vivas se han de reservar para los baños, donde las energías tienden a bajar.
Cocina:
Se trata de un espacio en que se neutraliza la energía negativa y donde las personas suelen pasar mucho tiempo. Es por ello que hay que usar colores tierra que den armonía.
Salón:
Itra de las principales estancias de un hogar, cuentan con varios objetos a tener en cuenta. Se han de imponer las formas redondeadas en muebles, mesas y estanterías, para evitar que las esquinas puntiagudas corten la energía. Haceros también con sillones y sofás que protejan la espalda. Estos asientos nunca deben quedar de espaldas a la puerta.
Si el salón también es comedor y hay áreas diferenciadas han de marcarse usando la decoración y la iluminación. Esta estancia se ha de convertir en un espacio que llame a la convivencia, a la charla y al entretenimiento de las personas que viven en la casa y también de quienes les visitan.
Dormitorio:
En el dormitorio una única cama con dos lámparas y mesillas simétricas. Los dormitorios son fundamentales a la hora de preservar energías y de ver cómo estas afectan a quienes duermen en ellos. Por ello el material con el que estén hechos los muebles ha de ser la madera, en cualquiera de sus múltiples variedades. La cama ha de estar situada en el centro de la estancia y a sus pies ha de haber algún elemento que la proteja como alfombras, baúles o butacas. Nunca ha de mirar hacia una puerta, una ventana o un baño.