Muchos de nosotros hemos perdido a algunos de nuestros seres queridos.

Es la Ley de la VIDA. Si bien eso ya lo sabemos, a todos nos duele y nos cuesta aceptar (aunque hay que quitarle poder a la falta de aceptación y trabajar internamente para no sufrir) sufrimos y mucho.

Todas las almas venimos al mundo encarnando al nacer y partimos de él, desencarnando, abandonando el cuerpo físico (que es la materia tangible) y el Plano Físico terrenal.

Por doloroso que nos resulte la partida de algún ser querido tenemos que comprender que velar por su alma y darle luz, es lo mejor que podemos hacer para que descanse en paz.

Realizar una oración e invocación para los seres queridos Desencarnados es para guiar a las almas de nuestros familiares y amigos que ya no están, y para que sigan el camino de la luz.

Al realizar la oración, podemos encender una vela blanca o cirio, como sinónimo de la Luz Blanca de la Ascensión, para ayudar a que el alma se eleve.

Para quienes somos católicos, se sugiere también hacer una misa en el nombre de la persona fallecida, fundamentalmente en los primeros años de su partida; o cuando se considere necesario por alguna causa o simplemente porque así se lo siente hacer.

Al encender una VELA BLANCA y mencionar el NOMBRE de la persona fallecida es enviarle LUZ a su alma…, pero recuerda esto hazlo mejor fuera de tu casa. Tu casa no tiene que ser un cementerio lleno de cirios que pueden atraer otras almas , cada cosa se tiene que hacer en el lugar adecuado.

Como enviar luz a nuestros seres queridos fallecidos:

Si tienes un ser querido que falleció y estás preocupado por él lo que tienes que hacer es rezar por su alma y de vez en cuando ponerle luz con una vela blanca o cirio de iglesia pero ojo! importante: no pongas velas en tu casa por ellos, debes hacerlo en un lugar de descanso para esa alma o en un lugar de culto (en su nicho, en unas rocas junta al mar si fue incinerado le pones un cirio allí cerca o al lado del lugar donde arrojasteis las cenizas, en una iglesia, en una capilla o en un lugar al aire libre donde le gustaba estar a esa persona etc), pero en nuestra propia casa ;NO, y porque en casa no?? pues bien porque así los atraemos y no les dejamos descansar en paz, porque en casa tenemos todo lo que dejamos atrás al morir : nuestros seres queridos, nuestras cosas materiales, los apegos etc y eso hace que a es espíritu le pueda costar ver la luz , le cueste partir porque se apegan demasiado al plano físico (su cama su sofá etc, esto es así)

El Purgatorio es un estado del alma: es cuando mueres y te das cuenta de tus errores; del daño que hiciste, del bien que no hiciste, y entonces sufres, y darte cuenta de tus errores te hace sentir indigno y no te permites avanzar, subir al cielo. Si embargo, es algo por lo que las almas tienen que pasar para purificarse.

Un alma en pena no es un ser que pretende asustarnos (aunque muchas veces si nos asusten cuando aparece de repente), pero realmente es un espíritu de alguien que está sufriendo. Si ves a un difunto, procura no asustarte , yo llevo viéndolos desde pequeña y se que entre más feo o aterrador se ve , quiere decir que está sufriendo más. Así que lo que debes hacer siempre es rezar (preferiblemente el padrenuestro y si lo haces 3 veces mejor).

A veces lo que pasa es que los muertos no se dan cuenta de que ya murieron y siguen aferrados a los lugares donde vivían, trabajaban, etc. Orar para que Dios les muestre la luz, también es una buena solución.

Rezar por los muertos es una obra de misericordia, es algo que se hace para ayudar a alguien que lo necesita. Es bueno rezar por nuestros muertos, y también por los que no tienen nadie que rece por ellos, para que puedan descansar en paz. Pero mejor siempre fuera de tu casa en un lugar sagrado de culto o un lugar especial.

Rezar por nuestros difuntos es algo que ayuda a que tengan paz ellos, y nosotros también.

Si un ser querido tuyo falleció, reza, pídele a Dios que lo reciba; la muerte de un ser querido es una pena muy grande, pero Dios es la fuente de todo amor; ten la seguridad de que ese amor que tú le tienes, viene de Dios, y, por la tanto, en brazos de Dios va a estar en el mejor lugar que existe, seguro y amado, como si estuviera en tus propios brazos. Habla con Dios, y entrégaselo en sus brazos. Y habla con él o ella, díselo, que lo están esperando en el Cielo, y que ahí va a estar rodeado de amor, y que tú siempre vas a quererlo, que desde el Cielo va a poder verte y cuidarte y llenarte de bendiciones, y que un día, Dios sabe cuándo,  lo vas a alcanzar.

A veces, las personas se van dejando asuntos pendientes, y, entonces, rezar puede no ser suficiente. También hay que arreglar ese asunto. Si estabas peleado con esa persona, si necesitaban hablar para arreglar un problema, si nunca le dijiste que lo querías, si murió sin recibir tu perdón o sin dártelo a tí… Eso no los va a dejar descansar, ni a tu difunto ni a tí. Disponte a arreglar ese asunto. Siéntate un día en un lugar tranquilo solitario al aire libre en conexión con la naturaleza y diríjete a tu difunto, platica con él, resuelva el problema en su mente; trata de entender sus razones para actuar como lo hizo, o explícale las tuyas; perdónale o pídele perdón… Dile lo que sientes por él o ella, lo que significa para tí, tal vez lo único que necesitan es decirse: te quiero. (Esto es mejor hacerlo cuando está recien fallecido para que cruzen lo antes posible).

El espíritu no tiene las limitaciones del cuerpo; dos almas conectadas, pueden escucharse sin necesidad de verse físicamente, así que no dudes que te va a escuchar. Es posible que lo sueñes o lo sientas y te vas a dar cuenta cuando las cosas se hallan arreglado, porque vas a sentir paz en tu corazón.

El tema de la muerte física es muy controversial y genera muchas incertidumbres, especialmente sobre el estado de nuestros seres queridos que fallecieron. Existen muchas interrogantes ¿donde se encuentran? ¿realmente ya no existen? ¿ porqué sigo sintiendo su presencia? ¿cómo puedo ayudarlos en su ascensión?.

En primer término debemos considerar que nuestra existencia en el plano terrenal obedece a un proceso de aprendizaje, una vez cumplido el objetivo o el tiempo establecido para ello (aunque no se haya cumplido el objetivo) es momento de regresar a otro plano para dar oportunidad a otras almas de que encarnen y puedan evolucionar.

Debido a que aun nos cuesta en términos generales entender la muerte de un ser querido e inclusive la nuestra, podemos pedir asistencia a nuestro ángeles guardianes y especialmente al arcángel RAZIEL, para que nos ayuden a entenderlo y superarlo, lo cual no significa que dejemos de querer o recordad a ese ser querido, es simplemente desligarnos de la sensación de desolación, soledad o tristeza que a la larga se convierte en una carga muy pesada para nosotros y para el alma que desencarnó.

Para las personas recién fallecidas podemos ayudarlos encomendando su alma al arcángel MIGUEL, para que lo guíe y lo lleve hacia la luz, ya que durante los primeros 3 días esa alma puede estar desorientada y energías de baja luz pudieran entorpecer su ascensión.

Luego de este tiempo hay varias recomendaciones para ayudarlos en el proceso de iluminación:

– La Oraciones: estas tienen un gran poder para enviar luz (especialmente el padrenuestro y las de arcángeles)

– Las misas: para quienes practiquen el catolicismo es muy efectiva también porque son oraciones en colectivo. –

-Prendiéndoles velitas (fuera de casa): es importante ponerles una intención a esa vela. por ejemplo: enciendo esta velita para enviarle luz al alma de__________

-Visualizándolos envueltos en luz: imaginen la energía de esa persona envuelta en luz blanca.

-Desprendiéndonos de sus cosas: no es muy positivo mantener guardado artículos personales de seres fallecidos, ya que esto nos obliga a recordarlos constantemente y en su mayoría con tristeza, lo cual también los amarra a este plano y les impide su ascensión.

-Evitar pensar con mucha frecuencia en ellos o nombrarlos mucho: , especialmente cuando es con sentimientos de tristeza y desolación.

 – Con nuestra buenas acciones: esta recomendación es sumamente importante, nuestras buenas acciones ayuda a saldar karma no sólo a nivel individual, sino a nuestras generaciones futuras (hijos, sobrinos, nietos) y generaciones pasadas (ancestros: abuelos, tíos, padres)

Estas en general son las recomendaciones para ayudar a nuestros seres queridos fallecidos, que demás está deciros que no han desaparecido, sólo se encuentran en otro plano al que realmente todos pertenecemos y en donde tarde o temprano nos reencontraremos con ellos.