El 14 de marzo de 2020, el Gobierno declaró el estado de alarma y el confinamiento de la población
Como en el resto del país, las calles de Vigo se vaciaron y los comercios bajaron la persiana.
Los balcones de las casas se empezaban a llenar de mensajes de ánimo y, poco después, llegaron los aplausos de las ocho de la tarde a los sanitarios. Emocionante… y olvidado.
Aunque lo peor estaba por llegar: el covid arrasó más de 120.000 vidas en España, más de 4.000 en Galicia y 845 en Vigo.
Difícil saber si de la pandemia salimos mejores, lo que está claro es que salimos siendo menos y eso no hay tiempo que lo repare.
Probablemente, la calle más concurridas de Vigo, al menos por sus vecinos y sus visitantes.
1. Príncipe, acostumbrada a días masificados, más allá de la Navidad, a partir del 14 de marzo de 2020 se vació.
4. En la calle Areal, los pubs también clausuraron. El ocio nocturno fue uno de los más afectados por la pandemia. Las personas a las puertas de los locales tardaron en volver a verse.
5. Más allá de los supermercados, las farmacias o las panaderías, el comercio sufrió las peores consecuencias económicas del confinamiento.
6. Una de las imágenes icónicas de los primeros días del confinamiento: las estanterías vacías de las grades superficies. El papel higiénico fue uno de los primeros productos estrella en agotarse.
8. Peinador, sin pasajeros. Hoy es habitual que la terminal viguesa roce o supere el millón de viajeros al año. En 2020 el objetivo no se cumplió por motivos obvios.
9. Control exhaustivo en la frontera. Las Fuerzas de Seguridad se encargaron de filtrar el paso al y del país vecino. Los controles también se extendieron entre provincias y comunidades. Y el Ejército patrulló las calles para hacer cumplir la ley.
10. Que tristeza y nostalgia cuando salíamos aplaudir para dar animo y apoyo a todos los sanitarios a las 8 de la tarde a las ventanas, mis lagrimas caían cada día del confinamiento a esa hora por mis mejillas…