1. Ayuda a perder peso
Sí, el senderismo es un gran aliado para quienes desean quitarse algo de peso de encima. Una buena marcha senderista ayuda a que nuestro organismo se active, el metabolismo funcione, y quemar grasa sea una realidad.
2. Mejora nuestra forma física
Es evidente que realizar una actividad como el senderismo hace que tengamos más agilidad en todo momento, algo que viene asociado con la pérdida de peso. Quienes realizan rutas senderistas con frecuencia suelen tener un buen nivel de forma.
3. Aprendemos a respirar
No todas las marchas senderistas tienen el mismo grado de dificultad, pero todas tienen un denominador común: aprendemos a respirar adecuadamente y medir nuestras fuerzas ante el reto de la propia marcha. Nos ponen siempre en situación con respecto a nuestro estado físico.
4. Refuerza la musculatura
Es evidente que los músculos del tren inferior se refuerzan al realizar de manera periódica marchas senderistas. No cabe duda de que las piernas se nos ponen mucho más fuertes, y que cuando volvemos a nuestra rutina diaria, somos mucho más capaces de afrontar cualquier tarea sin cansarnos tanto.
5. El senderismo es un aliado del corazón
Uno de los beneficios del senderismo, siempre y cuando no haya ningún tipo de contraindicación médica, es que nuestro corazón aprende a medir sus esfuerzos y a trabajar más cuando se requiere. Una marcha permite llevar un buen ritmo en todo momento, y hacer que nos sintamos mucho mejor.
6. Nos enseña a valorar nuestro entorno
No importa que hagas senderismo por la Sierra de las Nieves o por los Picos de Europa. Uno de los beneficios del senderismo es su capacidad de hacernos valorar cualquier espacio natural y comprender la importancia de su conservación. Quienes realizan con frecuencia actividades de senderismo son incapaces de hacer daño al medio ambiente, pues aprenden a quererlo y a cuidarlo.
7. Libera el estrés
Nada mejor que realizar una marcha genérica para olvidarse de todo. Hacer senderismos es una gran manera de liberarse del estrés, de dejar atrás ciertas preocupaciones y de disfrutar de los entornos únicos que nos ofrece aquel lugar en el que practiquemos esta actividad deportiva.
8. Nos ayuda a hacer amigos y fortalecer vínculos
Si realizamos senderismo con la familia, los vínculos se unen de una forma más estrecha, porque existe la capacidad de colaboración y de abandonar por unas horas actividades solitarias o estar mirando la pantalla del teléfono móvil.
Si realizamos una marcha senderista con otras personas, rápidamente establecemos vínculos con ellas y de ahí pueden surgir amistades muy duraderas. En el senderismo todos colaboran por el objetivo común de completar la marcha y que nadie se quede atrás.
9. Mejora la autoestima
Que no te quepa duda de que una marcha senderista tiene el beneficio de mejorar nuestra autoestima. Muchas veces no nos vemos capaces de completar un recorrido, y cuando lo hacemos, acabamos con una gran satisfacción por haberlo podido llevar a cabo. El senderismo, en cualquiera de sus vertientes, no deja de ser un reto por superar que hará que alcances una gran satisfacción personal.
10. Dormirás mejor
Si realizas la marcha por la mañana y vuelves a la hora de comer, la siesta está garantizada. Si tu marcha ocupa más horas y acaba por la tarde, ten presente que cuando te vayas a la cama, dormirás como un niño pequeño.
En fin, el senderismo nos hace sentirnos mucho mejor. Y además de beneficios físicos, tiene muchos otros asociados a nuestro estado mental.