Para el Feng Shui, los detalles en la decoración son clave. Colocar el árbol de Navidad, forma parte de los aspectos que debemos darle especial atención para atraer la buena fortuna, ¿en qué dirección debemos posicionarlo para que nunca nos falte el dinero en 2024? Aquí te decimos.

Pocos lo saben, pero la época navideña es una excelente oportunidad para limpiar nuestro camino de envidias, rencores y cualquier otro tipo de mala energía que obstruya los planes que tengamos en mente para el próximo año.

Además de realizar los infalibles rituales de diciembre que nos den ese “empujoncito” para cerrar el 2023 con broche de oro, elegir la decoración y la dirección del árbol de Navidad ¡también es un must a tomar en cuenta!

¿Dónde colocar tu árbol de Navidad según el Feng Shui?

Así como elegimos estratégicamente dónde colocar nuestras plantas de la abundancia como el palo de bambú, tomillo o el bonsái, ayuda a multiplicar nuestra suerte, sucede exactamente lo mismo con el árbol de Navidad.

Para asegurarte que el 2024 esté lleno de felicidad, salud y amor, deberás colocar tu arbolito en la zona este de tu hogar.

Si tu intención es mejorar en cuestiones profesionales, ya sea, encontrar un mejor trabajo, emprender un negocio propio o pedir un aumento de sueldo, entonces, posiciona tu árbol de Navidad hacia el lado norte de tu sala o comedor.

Si buscas mejorar en tus relaciones personales, asegurarte que no falte la paz y armonía, así como la cordura y el amor, elige el lado sureste.

¿De qué tono decorar el árbol de Navidad según el Feng Shui?

Para mejorar la energía de tu hogar durante las fiestas decembrinas, el Feng Shui sugiere poner esferas que representen nuestros anhelos para Navidad.

Gracias a que este color está asociado con la serenidad, bienestar y espiritualidad, decorar el árbol de Navidad con esferas azules, permitirá decretar salud para todo el 2024.

Representa el calor cálido de una familia unida y el amor incondicional. No por nada es considerado desde hace millones de años como indispensable para decorar el árbol de Navidad.

Transmite pureza, la paz e inocencia. El blanco también puede evocar la nieve.

Para decretar estabilidad económica, nada como integrar un vibrante dorado que ilumine nuestro árbol de Navidad.