Soportújar es un pueblito de 300 habitantes ubicado en la Alpujarra granadina y con un secreto muy particular: al parecer, cuenta la tradición local, tiempo atrás llegaron allí migrantes gallegos que trajeron consigo sus leyendas de brujas. Y lxs soportujerxs las abrazaron.
Poco a poco, el pueblo comenzó a llenarse de figuras de brujas, de escobas y de dragones hasta terminar convirtiéndose en uno de los pueblos más lindos, mágicos y encantadores de la geografía nacional.
Pasear por este pueblo es una experiencia única donde el visitante es recibido con sonrisas y hospitalidad por parte de los lugareños.
Porque ellxs quieren que estés allí. De hecho, toda esta movida fantasiosa alrededor de las brujas y de los aquelarres no es fruto de un crecer histórico, sino de una decisión muy deliberada: como cuenta la influencer andaluza María Luisa en dicho medio, “se puso todo el pueblo manos a la obra” para rodearlo de misticismo y atraer con ello a lxs turistas. Y no es casualidad. Al fin y al cabo, Soportújar ha vivido épocas de vaciamiento muy duras en las décadas de los cincuenta, los sesenta, los setenta y los ochenta. Y su brujería, su fascinante imaginario, está siendo muy útil para impedir que el pueblo pase a formar parte de la España vaciada.
¿Qué no puedes perderte?
Para empezar, a la entrada del pueblo descubrirás la cabeza de la bruja Baba Yagá, “la escultura de la bruja de la mitología eslava que devorada sin piedad a los niños”. Una excelente manera de entrar en el mood. Luego, puedes seguirle la pista a tanta magia visitando la Fuente de las Brujas, la Fuente del Dragón y el Pozo de los Deseos y, posteriormente, la serpiente maléfica y la mega araña. Además, también puedes echarle un vistazo a los calderos mágicos y la escoba voladora de la Calle Zanjilla, la cual tiene, dicho sea de paso, el honor de ser la calle más estrecha de toda Andalucía. Métete ahí de noche y gózatelo.
Además, quienes han estado allí también recomiendan visitar la casa de la mismísima Baba Yagá, la casa de chocolate de Hansel y Gretel y el Centro de Interpretación de la Brujería, donde podrás enterarte mucho mejor de la idiosincracia de Soportújar.
¿Cómo llegar hasta allí?
En coche, aunque debes saber que “la carretera que lleva hasta él es angosta y está llena de terraplenes, lo que puede suponer un reto para algunos conductores”. No obstante, esa dificultad para alcanzar el pueblo de las brujas, ese trayecto algo hostil, no hace sino aumentar la sensación de inmersión fantasiosa.