Abres los ojos y te das cuenta que la vida real no es esa que sale en las películas, ni en los cuentos.
Que las cosas y los sueños para tenerlos hay que luchar por ellos.
Que nadie, nadie bajaría la luna por y para ti.
Que cuando tengas frío sólo vas a estar tú para abrazarte.
Que en las canciones se cuentan mentiras, pero también muchas verdades.
Que será más fácil perdonar que olvidar, porque quien dice que olvida miente.
Que no es verdad que el tiempo todo lo cura, porque tú mism@ eres el que lo haces o no.
Te das cuenta que las cosas sólo se dejan a un lado y a veces tocan a tu mente de nuevo para que te acuerdes de ellas, ya sea para hacerte daño o no, pero eres tú quien las dejas pasar. Es tu mente la que lo hace, no el tiempo.
Que las decepciones y los errores que tienes en tu vida te sirven para aprender y que a veces crees aprender de más, pero quizás es porque aún no aprendiste bien la lección o repites lo mismo una y otra vez.
Que cuando lloras, tus lágrimas son esa fuerza que te dan el poder para seguir adelante, porque te limpian el alma y el corazón. Te renuevan y te empujan a caminar.
Que cada paso que damos a pesar de todo es una señal de que somos más fuertes que ayer y que el hoy es el hoy y nada volverá a ser lo mismo que hace un instante. Así que abraza el ahora y vive la vida, porque con una vez que la vivas es suficiente.