1. Buena alimentación. La idea es comer cada cuatro horas alimentos de alto valor biológico, en cantidades menores y siguiendo estas reglas: los carbohidratos que deben ser siempre integrales, jamás refinados son solamente para desayunar, porque en ese horario se necesita energía para realizar las actividades cotidianas.
2. Actividad física: Como mínimo haga ejercicio por 30 minutos, tres veces a la semana, ya que de esta manera se estimula la producción de la hormona del crecimiento que es la encargada de remodelar los músculos y los huesos.
3. Control del estrés: Los problemas se presentan cuando no se puede manejar el estrés cotidiano, allí es cuando viene el desgaste que termina convirtiéndose en enfermedad. Si el estrés supera su capacidad entonces hay que hacer terapias físicas y en algunos casos psicológicas.
4. El sueño y descanso reparador: Dormir menos de ocho horas puede tener resultados negativos en la salud.
El día tiene 24 horas que deben utilizarse de la siguiente manera: ocho horas para trabajar, ocho horas para cuidarse (comer sano, hacer ejercicio, aseo personal) y ocho horas para dormir, si esto no se cumple no se produce la hormona de la juventud que es la que repara los tejidos.
5. Protéjase del sol todo el año. La recomendación es usar diariamente un protector solar con FPS mayor a 30 y aplicarlo cada dos horas si estás muy expuesto al sol, porque los rayos ultravioleta oxidan las células y las degradan. El hecho de que el protector solar tenga un factor de protección alto no implica que su efecto vaya a durar mucho más tiempo, hay que aplicarlo constantemente para garantizar su efectividad.
6. Ame y limpie su cuerpo. El medio ambiente que tiene más cercano es su propio cuerpo, por eso es tan importante una higiene corporal adecuada y constante que disminuya la posibilidad de contaminarse con gérmenes que pululan en el ambiente y que podrían causar una infección o una enfermedad grave. Además, la limpieza corporal le generará una sensación de bienestar que le permitirá agradarse a usted mismo y a los demás.
7. Deje el vicio. El consumo de drogas, aceptadas o no socialmente hablando, están dentro de los factores que más atentan contra la salud, no solo de quienes las consumen, sino de quienes los rodean. Los miembros de la familia de un fumador, por ejemplo, tiene una gran probabilidad de desarrollar patologías físicas y psicológicas porque finalmente son fumadores pasivos, están expuestos a las toxinas y al conflicto que puede significar tener un fumador en casa.
8. Visite al médico. Debe darle mantenimiento a su cuerpo mediante la visita al especialista en salud por lo menos una vez al año. El chequeo consiste en un examen físico, la realización de un Perfil 20 con el cual se revisan 20 parámetros en sangre, y en el análisis de cualquier cambio físico o conductual que reporte la persona en consulta.
9. Actitud positiva: Mantenga una buena actitud frente a la vida, de esta manera logrará incrementar las cosas buenas que llegan hacia usted y se mantendrá alejado de enfermedades somáticas.
10. Separe un tiempo a la diversión: realice actividades que le diviertan, comparta agradables momentos en compañía de familiares y amigos, emplee la risoterapia, pues de esta manera garantizará una buena salud mental y disminución del estrés que produce varias enfermedades.
11. Mantente hidratado: Antes se decía que ocho era el número mágico de vasos de agua al día que se debían tomar. Ahora se sabe que no es necesario beber ocho, pero toma líquidos con las comidas y cada vez que sientas sed. Bebe más si haces ejercicio o hace mucho calor. Los únicos que no pueden depender de la sed para beber agua son los niños pequeños y los ancianos porque en ellos el mecanismo de la sed no funciona bien y tienen que acordarse de beber. No sé si sabías, pero el cuerpo está hecho de agua y necesita de este líquido para funcionar. Otras fuentes de líquido son las frutas, la sopa, el té y los vegetales. Recuerda: agua = buena salud.
12. Lávate las manos: idealmente con agua y jabón, usando el jabón mínimo durante 15 segundos. Varios estudios han demostrado que el lavarse las manos con agua y jabón elimina más del 90% de los microbios que causan infecciones y que pueden alterar tu buena salud. Lávate las manos siempre después de ir al baño, al tocar a alguien que está enfermo, y cuando cocinas. Especialmente cuando tocas carne cruda y vegetales sin lavar.
El tener y mantener una buena salud depende en parte de nuestros hábitos.
Es mejor prevenir que lamentar. Así que toma nota de estos consejos y ¡a ponerlos en práctica!