1. Las toallas, cada dos años como mucho
Ya sabes qué importante es lavar y guardar correctamente las toallas para conservarlas. Usa poco suavizante para preservar su rizo y capacidad de absorción y deja secar al aire bien aunque no en contacto directo con un sol potente. Aun así, se aconseja cambiarlas cada uno o dos años, en función de su uso.
2. Las zapatillas de andar por casa
Lo más importante es preservarlas y usarlas solo para estar en casa (nada de salir al pasillo de la escalera ni a casa del vecino con ellas puestas). Ese es su cometido. Sin embargo, aunque es un placer llegar a casa y ponérselas, acumulan microbios. Debes lavarlas y secarlas perfectamente cada 3 meses y darles el cambiazo cuando hayan cumplido el año.
3. Las almohadas y sus fundas no son eternas
Se habla mucho de cada cuánto tiempo conviene cambiar el colchón, pero ¿y las almohadas? Aconsejan cambiarlas cada dos años (ten en cuenta que pueden acumular ácaros), pero las fundas que protegen el relleno también conviene sustituirlas cada año. Y eso va tanto para la funda de la almohada que pertenece al juego de sábanas como la funda protectora.
4. Artículos de limpieza: bayetas, estropajos, plumero, fregona…
Puede que cambies con frecuencia el estropajo y las bayetas (recomendable cada mes), pero ¿y la escoba, fregona, plumero o mopa? No basta con lavar estos artículos de limpieza. Son una de esas cosas que hay que cambiar cada año (al menos). ¡Son un nido de microorganismos vivos!
5. Mira en la despensa: ¿tienes harina?
«Es un producto seco, no se estropea». Pues sí, la harina tiene también tiempo de conservación. Depende del tipo de harina puede aguantar más o menos, entre 6 y 12 meses en buen estado. Así que si eres de las que tiene un bote o paquete en la despensa olvidado, toca renovarlo.
6. Cambio de ropa interior: renueva los sujetadores
Nos olvidamos de que son prendas que usamos mucho y que reciben muchos lavados (se deben lavar cada 3 usos). Con el tiempo, los tejidos se deterioran y su capacidad de sujeción también. Así que cambia los sujetadores cada año (máximo dos). Notarás que pasado ese tiempo pierden elasticidad y forma.
7. Si las especias no saben a nada…
Echas y echas de ese polvito que guardas entre las especias y nada de sabor, ¿verdad? Y es que tienen tiempo de uso también. Pasado el año, aproximadamente, muchas pierden su sabor y aroma. ¡No condimentan nada! Así que tíralas y compra solo si realmente las vas a usar en tus recetas.
8. Renueva la cortina de la ducha
Con el uso, en la parte que está más en contacto con el agua (zona inferior principalmente) de la cortina de ducha o bañera aparecen manchas de moho. Aunque la limpies o recortes, es inevitable que al año aproximadamente tengas que renovarla. No suponen una inversión elevada, así que es preferible que luzcas una bonita y en buen estado en tu baño.
9. El cepillo de la vajilla es muy barato
Puede que lo utilices para limpiar la grasa más incrustada de las cacerolas o para enjuagar los platos antes de introducirlos en el lavavajillas. Ese cepillo para la vajilla hay que cambiarlo una vez al año porque acumula suciedad y en él pueden proliferar bacterias al estar constantemente húmedo.
10. Artículos del baño
Hay varios elementos del baño que tienen una duración determinada y que por motivos sanitarios no es recomendable alargar su vida útil. Uno de ellos es la escobilla del váter, la cual debe ser limpiada a diario y sustituirla por una nueva cada seis meses. El cepillo de dientes, por otro lado, es otro de los utensilios del baño que cada tres meses debe renovarse a pesar de que los veas en buen estado.
11. Felpudo de la entrada
Si compraste un felpudo cuando te mudaste y te has olvidado completamente de él desde ese momento, ¡ha llegado la hora de renovarlo! Cambiarlo cada cinco años sería lo ideal, pues está constantemente en contacto con la suciedad de la calle y de los zapatos. Aparte, es recomendable aspirarlo semanalmente con tal de reducir la cantidad de polvo y otros elementos externos que entren a casa.
12. Utensilios de cocina
Como en el baño, la cocina es el siguiente espacio del hogar que más gérmenes acumula, deben renovarse cada año. Es realmente importante que mantengas una buena higiene de aquellos utensilios de cocina que estén hechos de madera, como la típica cuchara de palo, espátula o tablas de madera, pues es un material que acumula más humedad que el resto, lo que propicia la generación de bacterias y puede terminar contaminando otras superficies. Sustitúyelos por unos nuevos de silicona, por ejemplo.