11 señales de conexión emocional con una persona
Las señales de conexión emocional pueden ser difíciles de interpretar, ya que en las relaciones interpersonales intervienen más variables que la confunden, la modifican o la alimentan.
En este sentido, pensemos que establecer y mantener una conexión emocional no es una tarea sencilla, por mucho que algunas personas lo hagan con naturalidad.
De hecho, es un auténtico reto que pone a prueba de manera contante nuestra capacidad para discriminar e interpretar señales dentro de un marco social.
Señales de conexión emocional entre personas
Las personas con las que mantenemos una conexión emocional nos hacen sentir tranquilos y cómodos en la interacción; además, nos hace aprender sobre la vida, recargar la energía y ser más felices.
1. La comprensión
Dos personas con esta conexión tienen la posibilidad de alcanzar niveles muy altos de comprensión. Una comprensión que se sitúa en la base de la empatía y que facilita, por ejemplo, la ayuda, la escucha o el consuelo.
2. La conexión instantánea
Para generar y mantener una conexión emocional no siempre se necesita construir primero esa relación. Puede que las personalidades se acoplen perfectamente desde el inicio. La conexión es, así, instantánea, y puede intensificarse aún más con el tiempo.
Esto no significa que, si no se siente conexión emocional al conocer a alguien por primera vez, eso suponga que jamás podrá surgir entre esas dos personas. La “instantaneidad” es un rasgo característico de la conexión emocional, pero no determina, en absoluto, su desarrollo.
3. El crecimiento personal
Las personas que comparten conexión emocional crecen personal y espiritualmente más rápido juntas. Gracias a esa conexión, esas dos personas conocen a la perfección cuáles son las inquietudes del otro y, generalmente, las comparten. Esto propicia un ambiente positivo que anima a ambos a crecer en experiencias.
Esto tiene mucho que ver con la comunicación. Los diálogos entre personas con conexión emocional suelen ser estimulantes. Nunca dejan de aprender el uno del otro, sea cual sea el tema de conversación.
4. La tranquilidad de ánimo
Las personas con conexión emocional suelen sentirse en paz en esta compañía. Desde esa ausencia de estrés es muy fácil tomar distancia de los problemas y verlos en perspectiva. Esa tranquilidad da paso a emociones positivas, cuando no a un nuevo punto de vista que permita resolver un determinado problema.
5. La compañía
La conexión es un buen antídoto para la soledad. La conexión emocional nos cubre con una sensación de compañía, independientemente de la distancia que nos separe. Relacionado esto con la tranquilidad, sentimos que estamos presentes en los pensamientos del otro, que existimos más allá de nuestros límites físicos.
En los momentos de crisis, especialmente, esta sensación ayuda a encontrar soluciones. Sin necesidad de pedir ayuda, esa persona hará todo lo posible por estar contigo, escucharte y apoyarte cuando más lo necesitas.
6. La fascinación
Sentimos fascinación por las personas con las que tenemos una conexión tan especial. Siempre nos parecen interesantes, y somos sus mayores seguidores. Cualquier triunfo de las personas con conexión emocional es compartido por el otro de forma sincera, sin envidia, sin juicios.
Esto no quiere decir que las personas con esta conexión sean incapaces de ver en el otro los defectos. Son, de hecho, las que más los ven, ya que se consideran transparentes el uno al otro. No obstante, a diferencia de con otras personas, es muy fácil conversar acerca de los defectos del otro y, como ya hemos visto, crecer como individuos.
7. La empatía
Otro rasgo importante de la conexión emocional es la empatía. Como ya hemos visto, las personas que comparten ese vínculo no necesitan verbalizar siempre sus inquietudes: son capaces de extraer las necesidades emocionales del otro a través de la conversación. La facilidad para ponerse en el lugar del otro hace que la relación se fortalezca.
8. La sinceridad
La sinceridad en una relación es todo un reto. Muchos han preferido ocultar sus pensamientos o acciones con el fin de no lastimar al otro o sentirse juzgado. No obstante, para que haya una conexión emocional auténtica es esencial que ambas partes sean transparentes y tengan la confianza de no callarse nada. Para ello, es importante que seamos empáticos y comprensivos.
9. La comunicación
La comunicación es la base de toda relación exitosa (bien sea de amistad, de pareja, laboral, etc.). Sólo así podemos estrechar lazos con el otro, compartir ideas y resolver cualquier conflicto. De esta forma, en toda conexión emocional auténtica, la comunicación no solo se practica en situaciones importantes o críticas, sino que también hay lugar para conversaciones aparentemente triviales (las cuales aportan más de lo que parecen).
Gracias a la sinceridad y la trasparencia que existe entre ambos, son capaces de identificar aspectos del otro, de los cuales no es del todo consciente. En este caso, ambos ayudan a revelarle al otro aquellos dimensiones que mantenemos oculto de nosotros mismos o que inconscientemente no queremos darnos cuenta.
Estas revelaciones no suelen ser fáciles de manejar, e incluso pueden ser desconcertantes. Pero, si saben canalizar sus emociones de forma adecuada, serán un recurso ideal para el autoconocimiento del otro.
11. La aceptación
Por más cualidades y preferencias que compartan dos personas, siempre habrá diferencias o disparidades. Pero, cuando hay conexión emocional, estas diferencias no incomodan a ninguno de los dos, sino que sirven como complemento.
Además, no existe la pretensión de cambiar al otro en función de los propios deseos. Al contrario, se aceptan y respetan.
Consejos para fomentar la conexión emocional
Cuando la relación con otra persona ya existe, también podemos alimentar la conexión. Esto se logra a través de la práctica consciente de los rasgos característicos de la conexión emocional.
Por ejemplo, ejercitando nuestra empatía: cuando nos preocupamos por los problemas de esa persona, podemos intentar reflejarnos en su experiencia.
De esta forma, para la otra persona será más fácil sentir que nuestra preocupación es real; una preocupación que manifestamos en nuestro esfuerzo por ayudar más y mejor.
En muchos casos, solo con este gesto conseguiremos que el otro baje un grado su ansiedad y que, por lo tanto, mejore la comunicación.
Por último, es necesario destacar la importancia de las respuestas emocionalmente interesantes: si alguien nos transmite una experiencia, haremos bien en preocuparnos por lo que ocurrió en ese evento, pero lo haremos todavía mejor si además prestamos atención o somos capaces de leer cómo se sintió la persona en ese momento.